El tener un DUI afecta un proceso migratorio, de acuerdo a las afirmaciones del servicio de inmigración y Ciudadanía (USCIS), El manejar bajo la influencia del alcohol o de sustancias químicas o controladas, es tomado como un crimen ante las autoridades migratorias, además es una falta grave y, por consiguiente, estos antecedentes no se borran del expediente legal del inmigrante; lo cual lo pondrá en un proceso de deportación, quitarle la residencia, o negarle la ciudadanía.
La Corte Federal de Apelaciones del Noveno Circuito, quien actúa en los estados de Washington, Arizona, California, Idaho, Montana, Oregón y Nevada; determinó invalida una ley de inmigración donde se hace imposible que una persona con problemas de alcohol pueda defender su deportación.
Pero esto no quiere decir que los inmigrantes que han cometido este delito o que tienen un caso pendiente, estén a salvo, ya que el DUI continúa siendo una felonía, es decir, un delito grave, que puede ser una causa para deportar a quien cometa la falta.
Las leyes hay que saberlas interpretar, ya que el fallo de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, dice claramente, que el alcoholismo no puede ser utilizado como un delito de carácter moral pero que la gravedad de dicha falta se mantiene.