TSA propone cobrar 18 dólares a viajeros que lleguen al aeropuerto sin REAL ID

TSA propone cobrar 18 dólares a viajeros que lleguen al aeropuerto sin REAL ID

La Administración de Seguridad en el Transporte (TSA) de Estados Unidos implementó una nueva regulación que establece un cobro de 18 dólares para cualquier viajero que llegue al punto de control del aeropuerto sin una identificación aceptada, como pasaporte, licencia REAL ID, green card o permiso de trabajo, entre otras.

De acuerdo con lo informado por la TSA, este cambio busca modernizar el proceso, pero trae efectos importantes para la comunidad inmigrante.

Lo que hay que tener en cuenta

Antes, cuando alguien no tenía una identificación aceptada, la TSA hacía preguntas para confirmar la identidad, pero ahora ese método desaparece y se reemplaza por un sistema digital que usa datos biométricos y biográficos. Aunque se paguen los 18 dólares, no hay garantía de que la TSA permita abordar el vuelo.

Para quienes sí tienen un documento válido, este cambio solo significa asegurarse de llevarlo siempre. Pero el uso de tecnologías biométricas y la conexión con bases de datos federales genera dudas sobre cómo se guardará esa información y qué uso podría tener en el futuro.

La situación es mucho más compleja para personas sin documentos válidos para la TSA ya que, de optar por el proceso alternativo, podrían terminar entregando datos muy sensibles que se revisan en sistemas del Departamento de Seguridad Nacional. Esto aumenta el riesgo de que su información termine expuesta.

Este cambio también afecta a las familias mixtas. En muchos hogares, unos miembros tienen estatus migratorio y documentos válidos, mientras que otros no. Esto puede obligar a dividir viajes o asumir riesgos al intentar usar el nuevo sistema.

Aunque la TSA no es una agencia migratoria, en situaciones especiales, como alertas de seguridad o datos que no coinciden, puede pedir apoyo a otras agencias del Departamento de Seguridad Nacional. Es importante aclarar que esto no significa automáticamente un proceso de deportación, pero sí genera preocupación entre quienes temen que sus datos se compartan más de lo necesario.

Mi recomendación para la comunidad es sencilla: antes de viajar, asegúrense de entender bien los riesgos. Si no tienen una identificación aceptada por la TSA, hablen con un abogado de inmigración y eviten depender del proceso alternativo. Entregar datos biométricos sin claridad puede exponerlos más de lo que creen.

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