Deportaciones en EE. UU. generan aumento de niños separados de sus familias
La política de deportaciones en Estados Unidos está generando un nuevo impacto en familias migrantes. Según reportó The Washington Post, en los últimos días se ha visto un aumento considerable de menores que llegan solos a albergues federales después de que sus padres fueron expulsados del país.
Los datos indican que más de 400 niños han sido enviados a albergues en pocas semanas, una cifra que muestra cómo los operativos migratorios no solo afectan a los adultos deportados, sino también a sus hijos, muchos de los cuales quedan sin un cuidador inmediato.
Justamente cuando los padres son detenidos y deportados rápidamente, los niños suelen quedarse bajo la custodia de familiares cercanos, pero cuando no hay alguien disponible, las autoridades deben entregar a los menores al sistema de albergues temporales administrados por el gobierno.
Estos lugares, que dependen de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR por sus siglas en inglés), ya enfrentaban retos de capacidad y ahora se ven presionados por la llegada de más menores, justamente allí los niños esperan hasta que se encuentre un familiar, tutor o patrocinador que pueda recibirlos legalmente.
Por el momento, la Casa Blanca y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) no han anunciado cambios específicos en estas prácticas, pero defensores de la comunidad migrante piden medidas que eviten que los niños sean separados de sus familias durante los operativos.
Mientras tanto, los albergues continúan recibiendo a menores cada semana. Para las familias migrantes, la preocupación crece: ser deportado ya no significa solo dejar el país, sino también el riesgo de ser separado de los hijos sin certeza de un reencuentro rápido.
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